4. Los límites del conocimiento

Estimada Julia:
En tu último mensaje me planteas las siguientes cuestiones:
¿Hasta dónde puede llegar el conocimiento humano? ¿Es posible un conocimiento de aquello que está más allá de nuestra experiencia? ¿Podemos saber qué nos espera tras la muerte? ¿Existe el alma?
Todas estas cuestiones indagan en los límites del conocimiento humano, una de las cuestiones fundamentales de la gnoseología. Durante los siglos XVI, XVII y XVIII, como ya sabemos, los filósofos centraron su interés en esta cuestión, asociando el problema del límite al problema del origen del conocimiento.
En efecto, si queremos saber cuál es el límite del conocimiento debemos averiguar primero cuál es su origen.
Ramiro.
Tomemos como ejemplo el problema del alma: queremos saber si el alma existe.
Endendemos por alma una sustancia, una cosa real, que es independiente del cuerpo; una sustancia cuya actividad es la conciencia (el pensamiento, los recuerdos, los deseos, los sentimientos, etcétera) y que al ser inmaterial no se vería afectada por la muerte. ¿Cómo podemos saber acerca del alma? No, evidentemente, a través de los sentidos. El alma no puede ser vista ni oída; no puede ser medida ni pesada, debido precisamente a su supuesto carácter inmaterial. No podemos tener sensaciones de entidades no materiales, pues nuestros sentidos solamente captan magnitudes físicas.
¿De qué otra forma podemos, entonces, tener conocimiento del alma?
Solo hay dos posibilidades: que podamos deducir su existencia a partir de los datos empíricos o que tengamos una forma de conocimiento que no tenga su origen en los sentidos. La primera posibilidad parece bastante incierta, ya que deberíamos explicar cómo es posible que entidades inmateriales puedan causar efectos materiales (lo que parece insostenible). La segunda posibilidad se asienta en la existencia de conocimientos que no tienen su origen en lo sensible, que son puramente intelectuales o racionales, es decir, en la existencia de las ideas innatas.
El siguiente mapa conceptual nos muestra las relaciones entre los orígenes y los límites del conocimiento humano:
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Fuente propia |
Vemos de esta manera cómo el problema de los límites del conocimiento, del cual el problema de la existencia del alma es un ejemplo, nos conduce a la cuestión del origen del conocimiento. De esta forma lo plantearon los filósofos modernos, como a continuación vamos a ver.

En este apartado también tienes información relevante para la realización de la tarea, en concreto información concerniente a los límites del conocimiento según los filósofos empiristas.
Dos grandes corrientes filosóficas abordaron estas cuestiones en los siglos XVII y XVIII: el racionalismo y el empirismo, de las que ya hemos hablado en el apartado anterior. Ambas mantuvieron posturas enfrentadas en lo que respecta al origen y límites del conocimiento, centrando su discusión en la siguiente pregunta: ¿es la metafísica una ciencia?
Al hacer esa pregunta están preguntando por los límites del conocimiento, pues la metafísica era la parte de la filosofía (como ya vimos en el Tema 1) que pretendía estudiar aquellas realidades que están más allá de nuestra experiencia, como dios, el alma y la esencia del mundo.
Veamos resumidamente las posiciones de racionalistas y empiristas sobre el problema de la metafísica:
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Imag.11 Autor: B.C. Francke Licencia: Dominio Público |
- Para los racionalistas (como Descartes, Leibniz y Spinoza) nuestro conocimiento puede construirse independientemente de la experiencia sensible (que no es fiable) a partir de las ideas innatas. Éstas, como la idea de lo infinito, son evidentes en sí mismas y nos permiten deducir la existencia de dios, el alma y la esencia del mundo. La metafísica, por tanto, es una ciencia.
- Para los empiristas (como Locke, Berkeley o Hume) todo el conocimiento humano tiene su origen en los sentidos, por lo que las ideas innatas no pueden existir. Los empiristas, especialmente Hume, intentaron demostrar que las supuestas ideas innatas de las que hablaban los racionalistas tienen su origen, como todas las ideas, en la experiencia sensible. En consecuencia, nuestro conocimiento no puede traspasar la frontera de la experiencia, por lo que es imposible tener conocimientos ciertos sobre dios, el alma o la esencia del mundo. La metafísica, por tanto, no es una ciencia.

Señala si las siguientes afirmaciones son verdaderas o falsas.
1) Determinar el origen del conocimiento humano es esencial para conocer sus límites:
Verdadero.
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Falso.
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Verdadero.
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Falso.
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De este apartado recuerda especialmente las siguientes ideas:
- El problema del límite del conocimiento va asociado al problema sobre su origen.
- Los filósofos modernos plantearon el problema del origen y los límites del conocimiento en torno a la cuestión de la metafísica.
- Los racionalistas, admitiendo la existencia de las ideas innatas, afirmaron el carácter científico de la metafísica.
- Los empiristas, negando la existencia de las ideas innatas, negaron el carácter científico de la metafísica.