2. Actividad en el CEI

Ya hemos recordado cuales eran los conceptos vistos en el primer Tema: actividad, descanso y sueño. Ahora vamos a centrarnos en el primero: la actividad infantil y cómo planificarla adecuadamente en nuestro CEI.

Para que la planificación que llevemos a cabo sea correcta, esta debe cumplir una serie de requisitos:

Imagen 3. Autor: Desconocido. Derechos cedidos a la Consejería de Educación, Junta de Extremadura

a. Los ritmos biológicos

El primer requisito de nuestra planificación es que tenga en cuenta los ritmos biológicos de los niños; para ello es fundamental que conozcamos cuantas horas necesita dormir un niño a una edad determinada, cuántas horas pasa despierto, etcétera, de tal manera que nos adecuemos a sus necesidades y partamos de ellas. 

Cuando un niño está recién nacido son sus necesidades biológicas las que marcan en un principio los ritmos y frecuencias necesarios para su orientación temporal: el alimento, los cambios y los momentos de sueño son las primeras pautas horarias en el niño. Si te das cuenta, al nacer,el niño debe ser alimentado cada cuatro horas; esta necesidad (alimentación) nos da paso después a otra necesidad (higiene) con el cambio de pañal, después de esto, el niño volverá de nuevo a dormir,.. y así sucesivamente. Por ello, de esas primeras normas de tipo orgánico (necesidades corporales), el niño va pasando a otras de tipo social (marcadas por los adultos).
 
Así, en el caso de los recién nacidos los períodos de actividad son escasos en relación con los de descanso o sueño. Los momentos de actividad del bebé van a proporcionar la posibilidad de interactuar con el niño y de reforzar el vínculo afectivo que le une con el adulto. Por eso, es importante que el TSEI aproveche los momentos en los que el niño permanece despierto (mientras que le alimentamos, cambiamos,..) para hablarle, cantarle, tocarle,..
 
Como hemos visto cuando hablamos de las necesidades de sueño, a medida que el niño va creciendo cada vez va durmiendo menos, permaneciendo más tiempo despierto, con lo cual tenemos más tiempo y más madurez en el niño para ir favoreciendo aprendizajes, juegos,... Por ello, al igual que al estudiar el tema del sueño, vimos según la edad qué número de horas aproximada pasaba un niño durmiendo, ahora vamos a ver qué tiempo pasan despiertos.
 

Amedida que el niño aumenta en edad, necesita menos horas de sueño y por tanto pasa más horas despierto, de modo que como TSEI debemos tener en cuenta que el tiempo que el niño pasa despierto se dedicará no sólo a la satisfacción de necesidades básicas, sino que se irá iniciando en actividades de juego y de relación social.

Por tanto ¿qué repercusiones tiene a nivel profesional la distribución del cuadro anterior? Pues desde el punto de vista de la planificación de los horarios, significa que no podemos elaborar una distribución horaria en nuestro CEI igual para un bebé de 3 meses que para un niño de 2 años. Sin duda, esto es evidente , pero ¿qué criterios debemos tener en cuenta en la planificación de nuestras actividades?
 
b. Utilización de los criterios: tiempo y espacios

Comencemos por los tiempos, ya que los espacios los vamos a ver en el punto 3 de este Tema. Dentro del tiempo, vamos a encontrar dos aspectos que van a ser fundamentales en el desarrollo de nuestro trabajo:
  • Calendario.
  • Horario, y dentro de este vamos a analizar: el momento de llegada y la salida.

La organización del tiempo es algo que en un CEI no podemos pasar por alto. Para ello, nos vamos a valer de las rutinas. Piaget dice que el primer tiempo importante para el niño es el tiempo vivido.

Los principales criterios que rigen el tiempo son:

  • Estabilidad: ofrecer puntos fijos de apoyo (las rutinas) para que el niño se oriente.
  • Flexibilidad: adecuándonos a los ritmos y necesidades individuales de cada niño y del grupo.

La organización del tiempo en los centros infantiles se deberá regir por el calendario y el horario.

b.1. El calendario
 
Normalmente, en los CEI los niños permanecen de lunes a viernes en horario de mañana y tarde, aunque como sabes si trabajas en un Centro de menores, éstos están funcionando todos los días, incluidos fines de semana y festivos. Por otro lado, si desarrollas tu labor en el mundo de la educación no formal, existe una gran variedad de lugares con características muy diferentes: por ejemplo, nada tiene que ver la programación del horario en una granja escuela con un campamento de verano. Pero independientemente del sitio, el respeto a los ritmos individuales de cada niño, el equilibrio entre actividad y descanso, el estar atento a los signos de fatiga que presenten los niños, será fundamental para el desarrollo adecuado de nuestro trabajo.
 
Es importante que en la planificación de nuestro calendario tengamos en cuenta aspectos como el período de adaptación para aquellos niños que entran por primera vez, o  a la vuelta de vacaciones.

b.2. El horario

Va a ser un elemento importante en la organización escolar, al regir y disponer el desarrollo práctico de todas las actividades de la escuela, organizando tiempos, espacios que vamos a ocupar, materiales, etcétera.

Para ofrecer un horario adecuado a los más pequeños se han de considerar:

  • El tiempo de acogida.
  • El momento de salida.
b.2.1. El tiempo de acogida
 
Comencemos con la llegada, el tiempo de acogida. En algunas escuelas los educadores se encuentran en el mismo espacio —un recibidor, un pasillo amplio y con juguetes atractivos—durante aproximadamente la primera media hora de la mañana, hasta que llega el momento de dirigirse a las diferentes aulas.

En otros centros, los niños llegan y se dirigen a sus aulas, donde esperan a que lleguen todos sus compañeros, o por lo menos la gran mayoría, para poder empezar a llevar a cabo las actividades que están planteadas en la programación (por ejemplo, la asamblea).

Es un tiempo que sirve de adaptación al niño, que pasa de estar con sus familias o cuidadores a estar con los TSEI y con otros niños,  y que cambia de su casa al aula, y por ello, sobre todo al principio, puede costarles trabajo y suponerles alguna lágrima. Así, es importante que cuidemos este momento, que recibamos al niño con alegría, que éste llegue a un sitio donde se va a sentir a gusto.

b.2.2. El momento de salida

Después de un largo día, llega el momento de salida. El momento de la despedida es tan importante como el del encuentro, deben cuidarse tanto los saludos, gestos y complicidades, y tanto los colectivos, como los individuales. Éste es un momento ideal para intercambiar información con los padres y madres sobre cómo ha transcurrido el día o qué se ha trabajado en el aula. Debemos tener en cuenta, como vimos en la Unidad 2, que este momento puede utilizarse para informar de cómo el niño va admitiendo un nuevo alimento, cómo va progresando en su control de esfínteres, etcétera. Debemos también cuidar que el ambiente siga siendo agradable para aquellos niños que se quedan en el aula porque son recogidos más tarde.

Hasta aquí hemos visto lo importante que es tener una buena planificación temporal en nuestra programación. Ahora vamos a ver de forma muy breve el espacio, pues como dijimos antes, lo vamos a desarrollar con más profundidad en el punto 3, donde veremos primero el aula en general y después los espacios específicos destinados al descanso.
Imágenes 4 y 5. Autor: CEI Bolindres. Derechos cedidos a la Consejería de Educación, Junta de Extremadura
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Bien, ya hemos visto el calendario y horario, seguidamente podrás ver un ejemplo de una planificación diaria de aula. Y quizás te estés preguntando ¿qué tipos de actividades puedo utilizar en mi aula? ¿qué pasa si algo especial a lo que debamos hacer referencia en el aula? ¿Se puede entonces romper lo planificado? ¿o debemos seguir el ritmo marcado para fijar bien las rutinas?
c. Tipos de actividades
Así pues, llegamos al tercer requisito, los tipos de actividades. Cualquier actividad, por simple que parezca, requiere de una planificación y preparación: materiales, espacios, tiempos, personas que la van a llevar a cabo,...

Ahora vamos a ver cómo llevar a cabo una organización temporal adecuada dentro del aula, adaptándola a nuestro grupo, en función de los tipos de actividades que existen: cotidianas u ocasionales.

c.1. Actividades cotidianas o rutinas

Son aquellas que tienen una presencia fija en el horario escolar y giran en torno a los saludos, la comida, el aseo, el sueño,... Estas actividades marcan los cortes de tiempo en el ritmo diario y se repiten muchas veces. A través de las actividades cotidianas, los niños pueden prever lo que va a ocurrir en cada momento del día y pueden hacer sus propuestas. Las actividades que se repiten van complicándose y enriqueciéndose con los gestos o canciones que anuncian su llegada o su final. Así, vamos construyendo un horario en el que los rituales tranquilizan y a la vez aportan la base que sustenta nuevas propuestas.

La programación se hará a partir de las actividades cotidianas, que van a ocupar una gran parte del tiempo.
 
c.2. Actividades ocasionales
 
Son aquellas que complementan a las cotidianas. Pueden estar programadas de manera que respondan a un proyecto, o improvisadas a partir de un interés surgido de pronto en el grupo. Una vez que está establecido un horario que responde a los ritmos y necesidades infantiles, es posible incluir en él actividades no cotidianas. Ejemplos de actividades ocasionales son las celebraciones, las fiestas, las visitas inesperadas, el uso de un material sugerente imprevisto, etcétera.
 
Una vez que hemos visto los dos grandes tipos de actividades que podemos llevar a cabo en el aula, vamos a especificar, según los objetivos que nos planteemos, qué tipos de actividades podemos utilizar en el aula.
  • Actividades de movimiento: suponen la acción global del cuerpo (desplazamientos, saltos, bailes, circuitos).
  • Actividades de conocimiento y observación de la realidad.
  • Actividades de manipulación y de exploración, usando las manos fundamentalmente (juegos de construcción, plásticos, sensoriales).
  • Actividades de juego simbólico o de imitación de la realidad.
  • Actividades musicales.
  • Actividades de lenguaje: el objetivo puede ser el dominio del lenguaje a nivel semántico, donde el niño aprende el significado de nuevas palabras, aprende poesías, etcétera.

Éstas son simplemente algunas actividades, pero existe una enorme variedad de ellas, que pueden combinarse de forma que requieran para el niño esfuerzo físico, psíquico, manipulativo,... donde se combinen el trabajo en solitario con las grupales, donde el niño pueda expresarse y donde tenga que escuchar, de forma que le abramos un gran abanico de posibilidades que favorezcan su aprendizaje y su desarrollo integral.


  • Imagen 6. Autor: CEI Bolindres. Derechos cedidos a la Consejería de Educación, Junta de Extremadura
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  • Los TSEI debemos plantear actividades de forma lúdica; evitando la fatiga y consiguiendo así en el niño un adecuado rendimiento.
  • Existen numerosos tipos de actividades, que combinadas nos proporcionarán aprendizaje y descanso.
  • Las actividades no deben ser muy largas; los niños necesitan cambiar asiduamente para no aburrirse.
  • Recuerda también que el niño debe dormir y descansar lo que necesita y que su alimentación ha de ser equilibrada, para su correcto desarrollo.

Icono de iDevice Actividad de Espacios en Blanco
Para comprobar el progreso de tus aprendizajes, haz esta actividad.
Las son aquellas que tienen una presencia fija en el horario escolar y giran en torno a los saludos, la comida, el aseo, el , etcétera.